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un projecto cultural ambicioso
El
proyecto va dirigido a personas de cualquier edad, tanto escolares
como universitarios y público en general, ya que como dice el Hadit:
"Busca la Ciencia desde la cuna hasta la tumba". Existe un
programa de visitas y actividades diseñado especificamente para
escolares españoles de Enseñanza Primaria y Secundaria, pero por
su carácter informativo no excluye a ningún otro público.
Se
pretende acercar así a nuestros escolares a un mundo para ellos
desconocido pero cuyos valores y esquemas de pensamiento conforman
el medio social en el que se desenvuelven muchos muchachos de su
entorno, pertenecientes a familias inmigrantes, residentes en
España.
Presentándoles
la cultura islámica de una forma que despierte su curiosidad e
interés, mediante una información sencilla, incluso lúdica y
divertida, pero al tiempo rigurosa, que fomente su participación
directa, nuestros escolares podrán contemplarla de manera más
objetiva, e incluso identificarla como parte que es, históricamente,
de su propia cultura, alejando de sí mismos los planteamientos
peyorativos, discriminatorios y cargados de prejuicios que
generalmente protagonizan las relaciones entre miembros de
diferentes esferas culturales o religiosas.
Los
brotes de racismo que lamentablemente ensombrecen nuestra sociedad
actual, evidencian la necesidad de una labor de este tipo, que
fomente el diálogo intercultural, promueva el principio de
solidaridad como nueva dinámica social y propicie, en definitiva,
una sociedad futura más abierta.
Una
sociedad que supere el concepto de tolerancia entendido como
soportar, para dar paso a una actitud de respeto a las diferencias.
Una sociedad en la que la diversidad cultural se entienda como
enriquecimiento mutuo.
El Islam, patrimonio de todos’ sigue una itinerancia por
distintos puntos de España, gracias a la colaboración de
Ayuntamientos, Diputaciones Provinciales, universidades, colegios y
otras instituciones. Junto con la exposición, se vienen
desarrollando varias ACTIVIDADES PARALELAS.
Entre
ellas, una serie cursos de formación para profesorado, de acuerdo
con el convenio firmado con la Consejería de Educación de la
Comunidad de Madrid. Ello permite informar a los enseñantes acerca de la
cultura árabo islámica en su conjunto. Además de las charlas
impartidas, se les facilita un CUADERNO DE PROFESORES en el que
constan los textos generales de la exposición.
Al finalizar el curso, la Fundación de Cultura Islámica
hace entrega de un DIPLOMA que acredita la asistencia de los
profesores. Un grupo de VOLUNTARIOS, pertenecientes a la Fundación
de Cultura Islámica y otras ONGs, realiza un recorrido por la
exposición, presentándola a distintos grupos de escolares. Junto
con los textos y fotografías que descubren de forma sencilla los
principales aspectos de la cultura árabo islámica a través de 36
paneles, se han ideado varios elementos INTERACTIVOS con el fin de
que los visitantes puedan acercarse a ella de forma lúdica y
sensorial. Entre ellos, seis ingenios OLFATIVOS que reproducen los
aromas de distintos productos característicos del mundo islámico:
la flor de azahar, el jazmín de olor, la mirra, el ciprés, el
jengibre y el comino. Otros seis elementos VISUALES de metacrilato,
permiten contemplar en un atractivo juego de luces y transparencias,
algunas de las sustancias más empleadas en el mundo islámico como
el khol, la miel, los capullos de rosa, la casia, la alheña y la
alholva.
Quien
desee conocer más acerca de estos y muchos otros productos
empleados en gastronomía, cosmética, perfumería y jardinería en
época andalusí, puede consultar el libro de Cherif Abderrahman Jah,
presidente de la Fundación de Cultura Islámica, ‘LOS AROMAS DE
AL-ANDALUS’, recientemente publicado por Alianza Editorial. En él se recogen a su vez los contenidos de la
exposición itinerante ‘Los Aromas de al-Andalus’, organizada
por la Fundación y basada en un apasionante trabajo de
investigación inédita.
Otro de los módulos interactivos de la
exposición ‘El Islam, patrimonio de todos’ está dedicado a LA
CALIGRAFÍA ÁRABE, uno de los aspectos que más interés y
curiosidad despiertan. Para ello, se ha instalado una mesa con
diversos tampones que reproducen la frase de la Declaración de los
Derechos Humanos "Todos los hombres nacen libres e iguales",
en seis de las más representativas modalidades de escritura árabe:
Thoulthi, Cúfico, Cúfico antiguo, Diwani, Jeli diwani y Magrebí.
En los textos que los acompañan, se
describen también otros tipos de caligrafía clásica como el Taliq,
el Nasji y el Hiyazi. El arte de la escritura surgió desde los
primeros tiempos del Islam, en el siglo VII, por la necesidad de
plasmar gráficamente las azoras, o suras, del Corán. Además, la REPRESENTACIÓN FIGURATIVA estaba desaconsejada, por
lo que junto con los motivos geométricos y vegetales, la
caligrafía impregnaba los monumentos de SENTIMIENTO ESPIRITUAL, al
tiempo que los adornaba.
La
escritura árabe, que consta de veintiocho fonemas, adquirió en
cada región del mundo islámico unas características propias,
alcanzando su máximo esplendor en el siglo X, durante el califato
abbasí de Bagdad. Sin embargo, los turcos otomanos adquirieron tal
perfeccionamiento durante los siglos XVI y XVII, que un conocido
dicho asevera que "El Corán fue revelado en La Meca, recitado
en Egipto y escrito en Estambul". A lo largo de la
Historia, los musulmanes lograron altas cotas de conocimiento en
distintas disciplinas científicas, entre ellas la astronomía. Muestra
de ello fue el perfeccionamiento del astrolabio, instrumento de
medición que heredaron de los griegos, y que está reproducido en
el módulo LA CIENCIA DEL ASTROLABIO.
Encabezando
las distintas piezas que lo conforman, aparece un texto que explica
que su invención se atribuye a Hiparco de Nicea, del siglo II a. C.
Sin embargo, los ASTRÓNOMOS ÁRABES del siglo X, basándose en los
conocimientos de los antiguos y en sus propias experiencias, lo
mejoraron y embellecieron. A ellos se debe una medición muy precisa
de la circunferencia de la tierra, la recopilación de las tablas
astronómicas del movimiento de los PLANETAS y la determinación de
la forma de las órbitas. En realidad, el astrolabio es una forma
temprana de ordenador, que simula la rotación de las estrellas
alrededor del polo celeste.
Sirve
para la NAVEGACIÓN, para marcar la hora exacta, así como para
predecir las estaciones, a modo de calendario. Colón no hubiera
podido descubrir América sin el uso de este instrumento. Uno de los
módulos más sugerentes para los visitantes, en especial para los
niños es el que trata acerca de LA TÉCNICA DEL ALICATADO. Muestra
un puzzle que representa un motivo geométrico en forma de estrella,
usado en la ornamentación ARQUITECTÓNICA ISLÁMICA. Los diferentes
diseños de tracería entrelazada representan la infinitud de la
Creación, y a menudo, como se ha demostrado más tarde, tienen la
misma estructura que la CRISTALIZACIÓN de ciertos elementos.
El
arte del alicatado consiste en ensamblar ladrillos vidriados
recortados, o aliceres, de distintas formas, hasta formar un mosaico
con el que adornar ZÓCALOS, fachadas y pavimentos. Podían ser
también de tipo vegetal, como sucede a menudo en los edificios
orientales. En época medieval se utilizaban azulejos monocromos,
como vemos en la Torre del Oro sevillana y en la Mezquita del Oro de
Samarra (Irak), o bien polícromos, como los de la Alhambra y la
mezquita de la Roca de Jerusalén, entre otros destacados monumentos.
En
suma, esperamos que a través de la exposición ‘EL ISLAM,
PATRIMONIO DE TODOS’, hayamos sabido transmitir lo esencial de la
civilización islámica, y acercar al visitante y al lector a una
cultura que, al fin y al cabo, ha sido la suya durante ocho siglos.
La exposición propiamente dicha consta de los siguientes elementos:
nueve módulos, que constan de cuatro paneles cada uno de ellos, es
decir por los 36 paneles desarrollando los contenidos temáticos,
con gran profusión de fotografías. Tres mesas expositivas con dos
cilindros de metacrilato, cada una, que contienen productos
característicos de dicha cultura. Incorpora una descripción de
cada uno de los productos expuestos Tres mesas de olfacción, con
dos aparatos de olfacción por mesa, es decir, seis aparatos
olfativos con esencias y descripción de las mísmas.
Una
mesa con dos astrolabios y con la consiguiente lona explicativa de
dichos aparatos y de su uso. Una mesa con sellos de caucho, que
pueden utilizar los visitantes para imprimir sobre papel diferentes
caligrafías. Incluye una lona en la que se describe cada una de
estas caligrafías expuestas. Una mesa de gran dimensión,
conteniendo un puzzle que puede ser compuesto por los visitantes.
Dicho puzzle se ha realizado en base al despiece de un modelo de
cerámica árabe clásica. como empezò
El Islam surgió en
Arabia en el siglo VII. El profeta del Islam, Muhammad, nació en La
Meca, actual Arabia Saudí, en el seno de uno de los clanes más
influyentes, los Banu Hachim. Sin embargo, siendo niño sus padres
murieron, y fue acogido por un tío paterno. A los veinticinco años
se casó con Jadiya, una viuda acaudalada que apoyó en todo momento
su misión profética. Siempre destacó por su equilibrio y honradez,
lo que le valió el sobrenombre de al-Amin, el digno de confianza. A
la edad de cuarenta años comenzó a retirase a las montañas para
meditar. En aquella época, la sociedad árabe estaba impregnada de
costumbres bárbaras y practicaba la idolatría y el politeísmo (adoraba
a varios ídolos y dioses a la vez). Fue entonces cuando Muhammad
recibió la revelación de Allah, siéndole transmitido el Corán a
lo largo de 23 años. Rechazado y perseguido por sus ideas
monoteístas (su creencia en un solo Dios), halló, sin embargo,
cada vez más adeptos entre los ciudadanos de La Meca. Su mensaje
era sencillo y preconizaba la justicia y la igualdad. Cuando marchó
a la ciudad de Medina destacó como dirigente social y político.
Organizó a la comunidad de creyentes (Umma), e instauró la famosa
Constitución de Medina. Este pacto entre tribus de diferentes
creencias y etnias pasará a la historia por ser un modelo de
equidad y democracia. Poco a poco el mensaje
comenzó a extenderse entre distintos pueblos de Arabia. Para ello, Muhammad y sus compañeros
empleaban el ejemplo y la palabra, y en ocasiones la lucha armada. Es lo que se llama la Yihad, que en árabe significa "esfuerzo",
y en occidente se ha traducido como Guerra Santa. Sin embargo,
según palabras del propio Profeta, la verdadera Yihad no es la de
las armas, sino la interior. La que uno mismo emprende contra sus
malos instintos. Tras la muerte del Profeta le sucedieron cuatro de
sus más cercanos compañeros, los llamados Califas Bien Guiados:
Abu Bakr, Omar, Otman y Alí. Con Omar ibn al-Jatab, se inició una
serie de campañas que culminaron con la islamización de Siria,
Egipto, Irán e Irak. Con él comenzó la creación de un vasto
imperio que se extendería, en menos de un siglo, desde China hasta
Hispania. arabes o musulmanes?
Más de
1.100 millones de personas en el mundo son musulmanas. Pero no hay
que confundirse; ni todos los árabes son musulmanes, ni todos los
musulmanes son árabes. Se nace árabe, pero se elige practicar el Islam o cualquier otra
religión, voluntariamente. De hecho, hay árabes cristianos y judíos, y musulmanes que son europeos,
asiáticos, persas, africanos y americanos. Esto hace que el mundo islámico sea un mosaico de pueblos con
características muy diferentes y variadas. que les
une?
El mundo islámico está formado por un complejo puzzle de
pueblos y etnias. A pesar de sus diferencias de color, lengua y
costumbres, tienen un denominador común: el Islam. creencias
La aplicación del Islam no se realiza de forma casual. Cada
gesto tiene su propio significado y utilidad. La doctrina del Islam
reposa sobre cinco pilares esenciales: la Profesión de fe, la
Oración, la Limosna, el Ayuno y la Peregrinación a la Meca. Para
su cumplimiento el primer requisito es la intencionalidad personal:
la niyya, que sólo Dios conoce. También, el estado de
purificación, que se consigue mediante las abluciones. Con ellas el
fiel se dispone al acercamiento a Dios. el
coràn
El Corán es el texto sagrado del Islam. Fue revelado al Profeta
Muhammad en el siglo VII, en lengua árabe y en verso. Corán
significa recitación. la mezquita
el ramadàn
El ayuno tiene un origen antiquísimo. Fue practicado por los
antiguos egipcios, los asirios, los mayas, los griegos y los romanos.
Todas las grandes religiones y culturas lo han considerado
tradicionalmente como un excelente medio de purificación corporal y
espiritual. el desierto
¿Sabías
que los mayores desiertos del mundo se encuentran en territorio
musulmán? De hecho, el Islam surgió en La Meca, ciudad de Arabia
enclavada entre desiertos. Uno de los más vastos es el Sáhara
norteafricano, que se extiende entre Marruecos, Mauritania, Túnez,
Argelia, Sudán, Malí, Egipto y Libia. En este país se llama
desierto Líbico. También es muy vasto el desierto Arábigo, que
abarca parte de los países del Golfo Pérsico. a ciudad
El Islam es una cultura eminentemente urbana. Ya desde la Edad
Media surgieron importantes y brillantes núcleos urbanos como
Córdoba, Damasco y Bagdad. Al igual que en otras partes del mundo,
en los países islámicos se ha producido en las últimas décadas
un importante éxodo de población rural hacia las ciudades, en
busca de condiciones económicas más favorables. La mayor parte de
las ciudades musulmanas constan de dos núcleos diferenciados: uno
antiguo, conocido como medina, y otro moderno, de creación más
reciente, y semejante a las urbes europeas de hoy en día. Tienen
los mismos problemas de tráfico, contaminación y falta de
planificación urbanística que las nuestras. Mientras que las
ciudades modernas tienen un trazado urbanístico amplio y simétrico,
y grandes manzanas de edificios de varios pisos, la medina es un
laberinto de callejas y plazuelas. Es un foco de animación
callejera en el que se puede imaginar cómo era la vida hace 10
siglos en al–Andalus, la España musulmana. ¿Sabías que, por
ejemplo, Estambul (Turquía), El Cairo (Egipto), Fez (Marruecos), o
Lamu (Kenia), tienen una medina antigua? ¿Sabías que guardan cierto
parecido con Toledo, Córdoba y Granada? Estas y otras ciudades
españolas tienen un trazado de origen árabe y conservan la medina
medieval, generalmente amurallada. Las medinas se desarrollan
siguiendo una estructura jerárquica en torno a la mezquita mayor,
creciendo según sus necesidades. A su alrededor se ubican el
tribunal y el zoco, o mercado. En el centro se sitúa la qaysariyya (en español, alcaicería), que vende
los productos más costosos: perfumes, trajes tradicionales y
orfebrería. A continuación aparecen los puestos artesanales, y
después los alimentarios. Cada barrio tiene su propia mezquita, sus hammams, o baños
públicos, su tahona comunitaria y su fuente para quienes no
disponen de agua corriente. En las
afueras se encuentran los gremios más contaminantes: alfareros y
curtidores. También, el cementerio y las explanadas para las
romerías y fiestas populares. Muchas medinas de origen medieval tienen, además, una judería
donde antiguamente vivía la comunidad hebrea. Se llamaban Melahs,
que en árabe significa sal, porque su población comerciaba con
este producto. el zoco
el hammam
La higiene es una
de las normas principales del Islam. Con agua limpia el
musulmán lava su cuerpo, pero de forma simbólica, también
purifica su alma. Sin embargo, las condiciones de pobreza y la
escasez de agua que aqueja a tantas regiones islámicas en la
actualidad, generan a veces falta de limpieza. ¿Sabías que casi
1.000 millones de musulmanes hacen sus abluciones cinco veces al
día, antes de realizar sus plegarias? Para ello se enjuagan y
frotan con agua pura manos, boca, nariz, rostro, antebrazos, cabeza,
orejas y pies. Ello simboliza la purificación de los
sentidos y de los actos que realizan cada día. Cuando los
musulmanes no disponen de agua corriente y baños confortables en
las casas, como en la tuya, acuden al hammam, o baño público de
vapor, a modo de una moderna sauna nórdica. Estos baños son una
herencia de las termas romanas. Al igual que en ellas, en el hammam
se va pasando por diferentes salas con temperaturas cada vez más
elevadas. En la última hay una
alberca con un chorro de agua hirviendo que genera vapor. Además de
limpiar la piel, el vapor caliente ayuda a eliminar toxinas a
través de la sudoración. ¿Sabías que en plena Edad Media, cuando
en la España cristiana no se practicaba apenas la higiene personal,
en al–Andalus (la España musulmana) existía un baño público en
cada barrio? Entonces, los hammams no solo servían para la limpieza
y la distensión; lo mismo que la mezquita y otros lugares públicos,
eran utilizados para reuniones políticas y sociales. Hoy siguen
siendo un espacio de encuentro entre vecinos y amigos, donde
desaparece el concepto de clase y de diferencia social. En los
países islámicos, las mujeres y los hombres acuden al hammam por
turnos de mañana o tarde; nunca mezclados. Entre las normas de conducta, son
imprescindibles la limpieza y el respeto a la intimidad. la caligrafìa
la arquitectura
¿Sabías que no sólo Córdoba, Granada y Sevilla, sino también
otras ciudades españolas tienen importantes monumentos islámicos?
Así lo demuestra Zaragoza con el palacio de la Aljafería,
construido en el siglo XI, y Toledo con la mezquita de Bab al-Mardum,
que data del siglo X. La arquitectura del mundo islámico agrupa
esencialmente mezquitas, mausoleos, alcazabas y palacios. Aunque
también es posible hallar escuelas coránicas, hospitales y baños
públicos. En la actualidad existe una arquitectura moderna aplicada
a aeropuertos, universidades y toda clase de edificios
administrativos. Para los musulmanes, todo en la vida es efímero
excepto Allah. Por eso a menudo utilizan materiales de construcción
perecederos y humildes, como el ladrillo, los azulejos y el estuco
labrado. Sin embargo, parte de
los monumentos levantados de esta forma se han conservado en
perfecto estado. La Alhambra de Granada es un buen ejemplo. Entre
los monumentos sagrados, uno de los más antiguos e influyentes fue
la mezquita de la Roca, de Jerusalén, datada en el siglo VII.
Fueron también muy relevantes la mezquita de Córdoba, de los
siglos VIII al X, la Suleymaniya, mandada construir en Turquía por
Soliman el Magnífico en el siglo XVI, y la de Isfahán, en Irán,
levantada en el siglo XVII. Aunque
más humilde, también destaca por su sobria belleza, la mezquita de
Djenné, en Malí, hecha en adobe. Entre los mausoleos sobresale el
Taj Mahal, mandado construir en la India por los mogoles durante el
siglo XVII. Bajo su cúpula, el sha Fehace enterró a su esposa
favorita. En la arquitectura civil destacan los palacios, y entre
ellos, el de la Alhambra de Granada, del siglo XIII. También, el de
Mafchar, hoy en ruinas y situado cerca de Jericó (Palestina), así
como la ciudad palatina de Medina Azahara, en las afueras de
Córdoba. Estambul (Turquía), El Cairo (Egipto), Damasco (Siria),
Lahore (Pakistán), y el valle de Hadramut (Yemen), son algunos de
los lugares que ostentan una mayor concentración de palacios. Las
madrasas, o universidades coránicas, más célebres y monumentales,
son la de Chizz Dorr, en Samarkanda (Uzbekistán), y las de Fez (Marruecos),
construidas estas últimas en los siglos XIII y XIV por la dinastía
meriní. formas y colores
la artesanìa
como se divierten
Los musulmanes disfrutan de forma parecida a la tuya. Los que
habitan la cuenca mediterránea tienen un carácter similiar al
nuestro: alegre y hospitalario. Aunque
sus festividades religiosas son diferentes, te sorprenderá saber
que la mayoría de los países islámicos celebran también algunas
fiestas cristianas como la Navidad. Los niños reciben regalos por
la fiesta de Ashura. Pero no todos tienen las mismas oportunidades
que tú, y a veces la pobreza y las guerras impiden que tengan
cubiertas las necesidades mínimas. Ahí está el ejemplo de
Chechenia, Afganistán, Palestina, el Sáhara y tantas otras
regiones en conflicto. El deporte, los juegos y la música forman
parte del entretenimiento de los musulmanes, si bien, varían según
los países. Lo mismo que en Europa, los cafés son un lugar de
encuentro habitual, aunque sólo los frecuentan los varones. En el
desierto Arábigo, son habituales las competiciones en todo terreno
para probar la habilidad de los conductores. En cambio, las zonas
costeras, como el Mar Rojo, en Egipto, son aptas para los deportes
acuáticos, en especial el buceo. La navegación es muy apreciada en
los países del Golfo Pérsico, lo mismo que las carreras de
camellos. Los caballos son otra de sus aficiones, tanto en Oriente
Medio como en el Magreb, donde existen espléndidos ejemplares de
raza árabe. Pero los musulmanes también disfrutan con deportes
occidentales como el golf y el tenis. Las bodas, los aniversarios y
las romerías populares, son buenas ocasiones para la diversión, lo
mismo que el momento de la circuncisión, que se realiza a los
niños de pequeños. Según el Islam, es una costumbre higiénica,
que se conserva desde tiempos de Abraham, y que también practican
los hebreos. El niño recibe por ello toda clase de atenciones y
regalos. ¡Algo así como sucede aquí con el ratón Pérez! En cambio, la circuncisión (ablación) femenina es una práctica
aberrante, que procede del África animista, y no tiene nada que ver
con el Islam. ritmos y melodìas
como se visten
compartir
mesa
El mundo islámico es un mosaico de tradiciones culinarias. Cada país tiene sus propias preferencias
alimentarias. ¿Te imaginas la cantidad de sabores y productos
exóticos que se pueden degustar? Tantos como pueblos
musulmanes existen a lo largo del mundo. Si el plato más popular de
los marroquíes es el cuscús, a base de sémola, carne y verduras,
los turcos prefieren los pinchitos de carne especiados; los
tunecinos, el brik, o especie de hojaldre con un huevo dentro, y los
libaneses el humus, que es una pasta de untar a base de garbanzos y
sésamo. Casi todos los países de la cuenca mediterránea tienen
por costumbre comenzar la comida con los mezze, o aperitivos a modo
de tapas. Son muy variados: desde ensaladas agridulces
y especiadas, hasta hojaldres fritos y rellenos, y purés de
berenjenas y habas que se extienden sobre el pan a modo de sabrosos
patés. Aparte de las restricciones alimentarias impuestas por el
Corán, los musulmanes disfrutan de la buena mesa y tienen una
intensa cultura culinaria. Y más si se tiene en cuenta que los
países islámicos están situados, en general, en Oriente y en el
Mediterráneo, y que en estas regiones se valora enormemente el arte
de cocinar. En el Islam, como en otras culturas, el compartir mesa
con amigos y familiares es un acto placentero, que sirve para crear
lazos sociales. También nosotros tenemos numerosas recetas de
origen árabe. En época de al-Andalus (la España musulmana),
surgió toda una serie de modas gastronómicas, algunas importadas
de Oriente. ¿Sabías por ejemplo que las albóndigas datan de
entonces, y que su nombre, del árabe al bunduq, significa la bola?
¿sabías que las frituras, las empanadas, los fideos y el arroz con
leche son de origen andalusí? También en al-Andalus nació el
ceremonial de mesa que hoy conocemos. Primero los entrantes y
ensaladas, después los platos fuertes a base de carne y pescado, y
por último los postres. Anteriormente
se tenía por costumbre servirlos todos al mismo tiempo. Para
disfrutar de una buena comida, había que evitar las conversaciones
controvertidas y, a ser posible, acompañarla de una música suave
de fondo. el agua
El Islam es una cultura del agua. La preocupación tanto por el
mantenimiento de su calidad como por su valoración estética no son
algo nuevo. A lo largo de los siglos, el agua ha formado
parte de la higiene de los musulmanes, de la agricultura, de los
jardines y de la arquitectura. Según
El propio Corán, en el agua radica el origen de la vida. Los
árabes, que procedían del desierto, valoraron como pocos este
escaso elemento. El propio Profeta Muhammad aconsejaba, en el siglo
VII, cómo mantenerla pura y sin contaminar. Los tratados de cocina
y dietética de la Edad Media abundaban en describir sus beneficios
sobre la salud, y explicaban qué clase de agua era la más
conveniente para el organismo, y dónde se debía de almacenar.
También en la arquitectura islámica el agua es esencial. Los
musulmanes aseguran que su sonido y su transparencia causan un
estado de relajación y bienestar especiales. En
las mezquitas, aparece en forma de fuentes de abluciones. En patios,
jardines, y en palacios como la Alhambra y el Generalife de Granada,
se la puede contemplar en acequias, albercas y estanques con toda
clase de surtidores. Los musulmanes no hubieran llegado a ser los
grandes agricultores que son hoy en día, sin la sabia utilización
del agua. ¿Sabías que, desde los primeros tiempos, aprovecharon la
infraestructura hidráulica romana? Así, en toda la cuenca
mediterránea reaprovecharon acueductos, canales y cisternas. También crearon una infraestructura propia y una legislación
para un reparto del agua equitativo. Hoy en día, vemos cómo algunos países
islámicos han sabido utilizar de manera racional sus recursos. Así sucede con los fellahs, o agricultores egipcios del delta
del Nilo, o con los de Emiratos Árabes Unidos que, mediante
modernos sistemas de riego por goteo, han convertido el desierto en
un vergel. Aún así, la falta de lluvias y de
infraestructura para almacenar el agua son algunos de los más
graves problemas que aquejan a ciertos países de Oriente Medio y de
África. la
agrìcultura
"Una huerta es un tesoro si el que la labra es un moro". Este refrán popular indica cómo se
aprecian en nuestro país las habilidades de los árabes en el
campo. Sin duda se refiere a la época andalusí, ya que entonces
nuestro suelo conoció una evolución agrícola sin precedentes. Todavía se conservan muchas costumbres
agropecuarias de origen árabe en España, y son numerosos los
países islámicos que gozan de un importante desarrollo agrario.
Marruecos, Egipto y Siria son un buen ejemplo. Sin embargo, el
fuerte crecimiento demográfico de estos y otros países, hace
urgente una reforma agraria para satisfacer sus necesidades. ¿Sabías que la berenjena, la alcachofa y
las endibias fueron introducidas en Europa por los árabes a través
de España? También lo fueron los plátanos, la sandía, el limón,
la cidra, la granada y los dátiles, mientras que el tomate, el
calabacín y la patata llegaron siglos más tarde procedentes de
América. ¿Podrías imaginar la cocina actual sin estos productos?
A este desarrollo contribuyó el ansia de conocimiento que tenían
los musulmanes, que estudiaron y tradujeron al árabe numerosos
tratados de medicina y botánica griegos, como la Materia Médica de
Dioscórides. También se beneficiaron de los conocimientos de los
nabateos (un pueblo preislámico) en materia agraria. De hecho, para
los musulmanes, el saber es patrimonio de todos; no importa de
dónde provenga. En la España musulmana, al-Andalus, se escribieron
numerosos tratados geopónicos, o agrícolas, como los de los
toledanos Ibn Bassal e Ibn Wafid (siglo XI) y el almeriense Ibn
Luyun (siglo XIV). Algunos de estos escritos se tradujeron al
castellano a través de la Escuela de Traductores de Toledo, en el
siglo XIII. El Libro de Agricultura del sevillano Ibn al Awwam, se tradujo en
el siglo XVIII, en época de la Ilustración. tabùes
alimentarios
Todas
la religiones tienen sus propias normas alimentarias. No se trata de
simples caprichos, sino de medidas profilácticas (de higiene
médica) y ecológicas, no siempre fáciles de entender. ¿Sabías
que los judíos no pueden encender fuego durante la noche del
sábado, ni mezclar la leche con la carne, y que no prueban el cerdo?
¿Sabías también que los hindúes no comen carne de vaca, y que
muchos budistas son vegetarianos ? Los cristianos, por su parte, no
deben probar carne los viernes de Cuaresma, antes de Semana Santa. A
los musulmanes, el Corán les prohibe ingerir carne de cerdo. Solamente
se puede comer en caso de necesidad o hambre. También les está
vetado tomar bebidas alcohólicas, "que embriagan cuando se
beben en gran cantidad". El
consumo de alcohol les fue prohibido para evitar que acudieran
embriagados a las oraciones comunitarias, y que no fueran dueños de
sus actos durante la lucha y en otras actividades. Anteriormente al
Islam, los árabes tenían costumbre de ingerirlo en grandes
cantidades, lo que suponía un grave perjuicio social. En cuanto a
la prohibición de comer carne de cerdo, algunos antropólogos como
el estadounidense Marvin Harris, aseguran que se trata de una medida
ecológica. En el siglo VII, cuando se propagó el Islam por el
mundo, existían muchos riesgos de enfermedades de los animales como
las actuales triquinosis y peste porcina. Además, los árabes eran
nómadas que se desplazaban con su ganado a través de los desiertos
en busca de pastos verdes. Así como los camellos y dromedarios
soportan muy bien el calor y la falta de agua, los cerdos no
aguantan las condiciones de aridez, y prefieren ecosistemas húmedos
y boscosos, como los encinares españoles. Son muy voraces y
necesitan alimentos que no se encuentran en el desierto. Por lo
demás, el Corán aconseja disfrutar de los alimentos y las cosas
agradables otorgadas a los seres humanos, y alaba las bondades de la
miel, la leche, y otros alimentos naturales y saludables. la
ecologìa
El
Islam es una religión amante de la naturaleza. Aunque, lo mismo que
en Occidente, el deterioro medio ambiental y urbanístico es uno de
los mayores problemas de los países islámicos. El Corán se
refiere a menudo a la naturaleza como fuente de reflexión y
contemplación de la obra de Allah. Son numerosas las suras (capítulos)
que alaban la función de la lluvia, las plantas, las abejas, los
animales domésticos e incluso las arañas. "Él
es quien ha hecho bajar agua del cielo. Mediante ella hacemos brotar toda clase de
plantas y follaje, del que sacamos granos arracimados. De las vainas
de la palmera, racimos de dátiles al alcance. Terrenos plantados de
vides, olivos y granados, parecidos y diferentes. Cuando
fructifican, ¡mirad el fruto que dan y cómo madura! Estos son signos para gente que cree". Esta aleya del Corán
pertenece a la Sura 6. La
aleya 164 de la Sura 2 dice así: "En la creación de los
cielos y de la tierra, en la sucesión de la noche y el día, en la
nave que surca el mar para provecho de los hombres, en el agua que
Dios hace bajar del cielo, vivificando con ella la tierra después
de muerta, diseminando por ella toda clase de bestias, en la
variación de los vientos, en las nubes, sujetas al servicio entre
el cielo y la tierra, hay, ciertamente, signos para los que razonan".
Según la tradición del Profeta Muhammad, cuando los primeros
musulmanes acudían a la guerra, tenían prohibido dañar a las
mujeres, los niños, los ancianos y ...¡los árboles! El Profeta proponía,
además, numerosas medidas de tipo ecológico muy adelantadas para
su época. Así, aconsejaba no beber directamente de un recipiente
que contuviera agua, para evitar el contagio de enfermedades (que
por entonces se desconocía), y taparlo para preservar el agua.
También recomendaba no malgastarla, y no hacer las necesidades
cerca de una corriente de agua, para no contaminarla. No en vano, el
Islam propició a la largo de los siglos una cultura del agua muy
desarrollada. La empleó de forma sabia en la arquitectura y el
paisajismo, la agricultura y la higiene. En cuantos a los animales,
el propio Profeta dijo que comparecerán el día del Juicio Final
ante Dios, para denunciar a aquellos humanos que los hayan
maltratado. al-andalus
Durante siglos, una gran parte del territorio español fue
musulmán. Se llamaba al-Andalus, y estuvo gobernado por distintas
dinastías.Desde el siglo VIII hasta el XV, en que al-Andalus fue
totalmente reconquistada por los cristianos, perduró una
civilización sumamente desarrollada. ¿Sabías que hasta el siglo
XII no solamente Andalucía, sino también el Levante, el sur de
Navarra, La Rioja, y hasta el sur de Cataluña, formaron parte de
al-Andalus? Antes de la llegada del Islam, Hispania estaba gobernada
por los visigodos. Cuando desembarcaron los primeros musulmanes
procedentes del Norte de África y de Oriente, se mezclaron con la
población local, creando un amplio mosaico de pueblos y religiones
que convivieron de forma estrecha. En
al-Andalus cohabitaron musulmanes, judíos y cristianos, cada uno
con sus diferentes costumbres, leyes y creencias. La población
estaba formada de hispano-romanos, visigodos, árabes y bereberes en
su mayoría. Todos hablaban árabe entre ellos, y se influenciaban
entre sí. Con
la llegada de la dinastía Omeya procedente de Damasco (Siria), en
el siglo VIII, la capital de al-Andalus se estableció en Córdoba. Fueron unos tiempos de gran esplendor, en
los que florecieron las artes, las letras, la filosofía, la ciencia
y la agricultura. De aquella época
data la célebre mezquita de Córdoba entre otros monumentos. El
pensador Ibn Hazm y el filósofo Averroes, ambos cordobeses, así
como el gran místico murciano Ibn Arabi, y el poeta granadino Ibn
al-Jatib, fueron algunos de los personajes más relevantes de su
época. Tras la desaparición de la dinastía Omeya, surgieron en el
siglo XI los reinos de taifa, dispersos por todo el territorio.
Sobresalieron por su refinamiento cultural, aunque políticamente,
al-Andalus estaba fragmentada y debilitada. A continuación
gobernaron dos dinastías bereberes procedentes del Magreb:
Almorávides y Almohades. ¿Sabías que entonces, durante parte de
los siglos XI al XIII, compartimos reino con Marruecos? que nos
trajeron?
Fueron los musulmanes quienes introdujeron en Europa avances tan
importantes como la brújula, el actual sistema de cifras indio,
así como el papel y la pólvora, provenientes de China. En España
todavía se conservan numerosas tradiciones y costumbres de origen
islámico, tanto en la arquitectura, como en la artesanía, la
agricultura y la gastronomía. ¿Sabías por ejemplo que la horchata
fue un invento andalusí? ¿O que la cerámica de Fajalauza, en
Granada, y la de Teruel tienen su origen en la artesanía de
al-Andalus? Las
casas tradicionales de Andalucía y de Levante guardan aún hoy la
estructura islámica. Están distribuidas en torno a un patio
porticado al que asoman las alcobas, y tienen dos pisos. También
los populares balcones canarios con celosías de madera, tienen
influencias árabes. Algunas ciudades y pueblos españoles todavía
conservan su trazado de época musulmana. Entre ellos destacan
Toledo, Requena (Valencia), Altea (Alicante) y Arcos de La Frontera
(Cádiz). Sus calles son estrechas, similiares a laberintos, y no
siguen un orden simétrico. Se parecen a las medinas árabes
actuales. En la artesanía de la cerámica hemos heredado los
esmaltes y los antiguos hornos de leña. Priego de Córdoba, Paterna
(Valencia) y Muel (Zaragoza) son algunos de los focos de mayor
influencia árabe. La taracea granadina
también proviene de aquella época, lo mismo que la filigrana en
plata de Cáceres y Córdoba, y el damasquinado toledano. En la cocina las influencias no son menores. Entre los platos más populares
nos han quedado los embutidos de cordero de La Rioja, el pescado
frito de Andalucía, los arroces y fideos levantinos, y numerosos
dulces como los pestiños, el turrón y los alfajores. el desarollo cientìfico
tu
tambien ablas arabe
Tras ‘abandonar’ la almohada me puse el albornoz y salí de
mi alcoba. Abrí
la nevera y quedaban restos de albóndigas con arroz, puré de
espinacas, uno trozo de mojama y media sandía. Preferí desayunar
café con mucha azúcar y pan con aceite que me serví de una alcuza
que había en la alacena. Después me asomé al zaguán y vi que la alberca estaba casi
vacía. Como no había llovido, el aljibe tampoco estaba repleto, y
los alcorques de los árboles se habían quedado secos; me tocó
regar. A continuación, me senté en el diván para descansar. Al
levantarme, me tropecé con la alfombra y tuve que sentarme de nuevo.
Y encima mi padre me llama gandul. — Sentí mucho alborozo por la
tarde cuando encontré en la taquilla azul una nota de Almudena para
quedar. Ojalá
esté bien el sábado y se me quite esta jaqueca que tengo. Espero que el cafre de su hermano no nos vea juntos. Me tendré
que esconder tras el alcornoque y ponerme una máscara para pasar
desapercibido. — El jinete cabalgó sobre su hermoso alazán hasta
el alcázar. Cuando el almuecín llamó a la oración, penetró en
la mezquita. Fuera, había una gran algarabía de violines,
panderetas y atabales. A continuación, decidió jugar una partida
de ajedrez. — Tengo un cofre donde guardo mi ajuar. En él pongo también mis alhajas favoritas:
pendientes, anillos, un alfiler de plata y una ajorca antigua que
compré en una almoneda de Madrid. Estas frases demuestran que
muchas de las palabras que empleamos en nuestro lenguaje son de
origen árabe. También hay préstamos del bereber, como mezquita y
jinete. El
castellano tiene hasta un 30 % de vocablos de origen árabe. sus
problemas son tus problemas
El mundo islámico está más cerca de ti de lo que imaginas.
Geográficamente, dista tan solo 14 kilómetros; frente al Estrecho
de Gibraltar está Marruecos. Bosnia y Turquía forman parte de
Europa. Por otra parte, la globalización económica nos obliga cada
vez más a la interdependencia entre personas y culturas diferentes.
No todos los países islámicos son iguales. Algunos, como los del Golfo Pérsico cuentan con una de las
rentas per cápita más elevadas del mundo gracias al petróleo.
Pero otros, como los africanos, algunos países de Oriente Medio, o
los del este de Europa con mayoría musulmana, están afectados por
las guerras y la pobreza. En manos de los países más desarrollados
está el ayudarles. Es la única forma de evitar las inmigraciones
masivas. En los últimos cinco años, el tránsito de personas sin
documentación legal en España, ha dejado 20.000 detenidos, y 1.000
personas ahogadas en el Estrecho. En el mundo hay suficientes
recursos para todos. Es cuestión de repartirlos de forma equitativa.
Mientras el ser humano invierta miles de millones de pesetas para
alcanzar Marte, pero no sea capaz de aportar soluciones contra el
hambre de millones de niños en el mundo, no podrá considerarse
evolucionado. Los principales problemas contra los que hay que
luchar en ciertos países del mundo islámico son la pobreza y el
analfabetismo. La explosión demográfica hace que más de la mitad
de la población tenga menos de 20 años. Las riquezas no alcanzan a
todos. El Magreb, Pakistán, Egipto e Indonesia son algunos de los
países más densamente poblados. La falta de valores democráticos,
el paro y la explotación infantil, son otros de los retos que hay
que afrontar. También, la degradación del medio ambiente, y la escasez de
abastecimiento de agua que sufren algunas regiones el futuro
Pero no todo son problemas. El mundo islámico también está en
busca de soluciones y cambios. Uno de ellos es el relevo generacional que se está
produciendo entre los dirigentes de muchos países: Marruecos, Siria
y Jordania, entre otros. Los sucesores de los antiguos monarcas y
presidentes tienden hacia modelos políticos más plurales. Optando
hacia una mayor apertura de las libertades democráticas, Irán
contribuye a la esperanza. Las
riquezas naturales no faltan en muchos países islámicos. El
petróleo, existente en Irak, Libia y numerosos países del Golfo,
se está extrayendo desde hace décadas. Mientras que el gas natural,
presente en Argelia y en Marruecos, no está todavía en plena
explotación. El desafío actual consiste en aprovechar los recursos
naturales sin degradar el medio ambiente, y distribuir los
beneficios equitativamente. Otra de las fuentes de riqueza se
encuentra en la tierra y el mar. La agricultura y la pesca son muy
abundantes en algunos países que todavía no han sido explotados de
manera intensiva. Sin embargo, la falta de tecnología y de
infraestructura impiden que se saque provecho de manera adecuada.
Las reformas agrarias y la modernización de la flota pesquera son
algunas de las necesidades más apremiantes. El turismo es otra de
las apuestas de futuro. Muchos países islámicos como Marruecos,
Túnez, Turquía, Egipto, Jordania, Siria y, cada vez más, Malasia,
Sri Lanka e Irán, están volcando expectativas en el turismo como
una fuente de ingresos más. Su patrimonio cultural y natural, y la
amabilidad de sus gentes, son sus principales atractivos. Para ello, urge revalorizar y conservar los monumentos
históricos, las expresiones culturales tradicionales y el medio
natural. nuestra
relacìon con ellos
Como has podido comprobar en el panel 25, nuestra relación con
el mundo islámico no es algo nuevo. En la actualidad, las relaciones académicas y culturales con él, se
mantienen a través de organizaciones privadas y de las
universidades. La mayoría tiene departamentos de Árabe e Islam. Por otra parte, numerosos jóvenes árabes y
musulmanes estudian en universidades españolas. Sólo en Granada, hay 700. También es
importante la divulgación de la cultura y la lengua española en
los países islámicos ¿Sabías, por ejemplo, que el Instituto
Cervantes está presente en Túnez, Marruecos, Egipto y Siria, entre
otros? Desde
el punto de vista económico, España mantiene una importante
balanza comercial con algunos países. Entre ellos, Argelia, Libia,
Arabia Saudí, Irán, Irak, Indonesia y Turquía. Cada
vez son más las empresas españolas que se deciden a invertir en
estos y otros países, en el sector de las infraestructuras, la
energía y el turismo. En el ámbito político, España está considerada como un país
tradicionalmente amigo por los árabes. Generalmente, ha apoyado
reivindicaciones populares entre los musulmanes, como la de los
palestinos. Recuerda si no, la función que desempeñó en el
proceso de paz para Oriente Medio, acogiendo la Conferencia de
Madrid en octubre de 1991. Sin embargo, todavía perduran algunos
roces, como los derivados de los tratados de pesca con Marruecos, o
la reivindicación de Ceuta y Melilla por este último. Desde el
punto de vista de la cooperación, el Ministerio de Asuntos
Exteriores español acoge el Instituto de Cooperación con el Mundo
Árabe, Mediterráneo y Países en Desarrollo. Su misión es la de
promover el desarrollo sostenible en los países más desfavorecidos,
y fortalecer los sistemas democráticos. En cuanto a la práctica
del Islam en nuestro país, la Constitución Española defiende la
libertad religiosa. En 1992 se firmó un Acuerdo de Cooperación del
Estado con la Comisión Islámica de España, para reafirmar este
hecho. comunicacìon intercultural
glosario de terminos ADAN.
Llamada a la oración que realiza el almuédano desde lo alto del
alminar cinco veces al día. AL-ANDALUS.
Nombre con el que se conocía el territorio que estuvo bajo gobierno
musulmán en España durante ocho siglos. ALCAICERÍA.
Del persa qaysariyya. Recinto de tiendas de lujo en el
interior de un zoco. ALEYA.
Versículo del Corán. ALJAMÍA. Textos moriscos en
romance, pero transcritos con caracteres árabes. ALMINAR.
Torre de la mezquita desde la que se convoca a la oración. ALMOHADES. Dinastía bereber
procedente de Marrakech, que reinó en al-Andalus durante los siglos
XII y XIII. ALMORÁVIDES. Dinastía bereber
procedente de Marrakech, que gobernó al-Andalus en los siglos XI y
XII. ALMUECÍN.
También conocido como almuédano. Musulmán que convoca a la
oración desde lo alto del alminar. ÁRABE.
Pueblo
de mayoría musulmana procedente de la Península Arábiga. BEREBER.
Pueblo original del Norte de África, de mayoría musulmana. CALIFA.
Título que se les daba a los gobernantes musulmanes cuando
ejercían el poder tanto civil como religioso. CORÁN.
En árabe, recitación. Libro revelado, considerado sagrado por los
musulmanes. EMIR. Príncipe árabe. FATIHA.
Primer capítulo, o sura, del Corán. HADIT.
Tradición escrita que recoge, como modelo, las reflexiones y el
comportamiento del Profeta Muhammad. HALAL.
Lícito. HAMMAM.
Baño público. HAYY.
Peregrinación a La Meca. HÉGIRA.
Emigración del Profeta Muhammad, que partió de La Meca en
dirección a Medina en el año 622 de nuestra Era. HENNA. Producto vegetal
que utilizan las mujeres y los varones en muchos países islámicos
para teñirse la piel y el cabello. En castellano, alheña. IMAM. Varón encargado
de dirigir las oraciones colectivas de los creyentes. ISLAM. Religión
monoteista que practican los musulmanes. Del árabe salam, paz. También
significa una forma de vida y de comportamiento. JAIMA. Tienda de fibra
animal que utilizan los beduinos en sus desplazamientos. JIYAB.
Velo
que emplean algunas musulmanas para cubrirse el cuello y el cabello. JOTBA. Prédica que se
realiza en la oración comunitaria de los viernes. MADRASA. Escuela coránica de estudios superiores. En castellano,
madraza. MEDINA.
Núcleo
antiguo de las ciudades musulmanas. MELAH. En árabe, sal. Barrio judío de las ciudades islámicas medievales. MIHRAB. Nicho de la
mezquita ante el cual el imam dirige la oración en dirección a La
Meca. MIMBAR. Púlpito en forma
de escalera desde el que se realiza la prédica de los viernes. NIYYA.
Intención personal. RAMADÁN.
Noveno
mes del calendario lunar por el que se rigen los musulmanes,
dedicado al ayuno. SALAT. Oración. SHAHADA. Profesión de fe que afirma que no hay más
Dios que Allah, y que Muhammad es el Profeta de Allah. SHARÍA. Ley islámica
basada en el Corán y la Sunna. SHIÍ. Musulmán que
considera que el califa Alí debía de haber sucedido el primero al
Profeta debido a sus lazos de sangre. SUFISMO.
Misticismo del Islam. SUNNA.
Conjunto de tradiciones que recogen la vida del Profeta Muhammad. SUNNÍ.
Seguidor de la Sunna, que reconoce la legitimidad de los cuatro
primeros califas. SURA.
Capítulo del Corán. TAIFA. Reinos independientes que se formaron
en distintas regiones de al-Andalus a partir del siglo XI. UMMA. Comunidad de
creyentes. YIHAD. En árabe, esfuerzo. El Pequeño Yihad se refiere a la
lucha armada, mientras que el Grande, al combate interior contra las
malas tendencias. ZAKAT. Limosna obligatoria que tiene todo musulmán,
consistente en el 2,5% de sus beneficios. ZOCO.
Del
árabe suq. Mercado. tratto
da a cura di
nadia scardeoni |
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