La Divinità
nell'uomo
“Una vecchia leggenda indù racconta che vi fu un
tempo in cui tutti gli uomini erano Dei.
Essi però abusarono talmente della loro divinità,
che Brahma - signore degli dei - decise di privarli del
potere divino e di nasconderlo in un posto dove fosse
impossibile trovarlo.Il grande problema fu quello di trovare
un nascondiglio.
Quando gli dei minori furono riuniti a consiglio per
risolvere questo dilemma, essi proposero la cosa seguente:
"seppelliamo la divinità dell'uomo nella Terra".
Brahma tuttavia rispose: "No, non basta. Perchè
l'uomo scaverà e la ritroverà".
Gli dei, allora, replicarono: "In tal caso, gettiamo
la divinità nel più profondo degli Oceani".
E di nuovo Brahma rispose: "No, perché prima o poi
l'uomo esplorerà le cavità di tutti gli Oceani, e
sicuramente un giorno la ritroverà e la riporterà in
superficie".
Gli dei minori conclusero allora: "Non sappiamo dove
nasconderla, perché non sembra esistere - sulla terra o in
mare – luogo alcuno che l'uomo non possa una volta
raggiungere".
E fu così che Brahma disse:
"Ecco ciò che faremo della divinità dell'uomo: la
nasconderemo nel suo io più profondo e segreto, perché è il
solo posto dove non gli verrà mai in mente di cercarla".
A partire da quel tempo, conclude la leggenda, l'uomo ha
compiuto il periplo della terra, ha esplorato, scalato
montagne,scavato la terra e si è immerso nei mari alla
ricerca di qualcosa che si trova dentro di lui.”
********
Oración por la Patria
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación,
una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad
y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad
de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres
y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.
Conferencia Episcopal Argentina
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ESPACIO DE LOS NIÑOS
QUE DERECHOS TENEMOS LOS NIÑOS?
- A vivir, y a que nuestros padres, parientes y el Estado
protejan nuestra vida.
- A tener un nombre y una nacionalidad.
- A saber quiénes son nuestros papás, a no ser separados de
ellos, y a visitarlos si no viven con
nosotros.
- A tener alimentación, vestido, vivienda y educación.
- A que nos curen cuando estamos enfermos y nos rehabiliten
si tenemos alguna discapacidad.
- A desarrollarnos física, mental y espiritualmente.
- A que nuestros padres sean responsables de nuestro
desarrollo y ejercicio de todos nuestros
derechos, debiendo el Estado garantizar a nuestros padres la posibilidad
de cumplir con sus deberes
y derechos.
- A no ser discriminados por nuestra raza, sexo, color,
idioma, religión, origen nacional, étnico o social,
posición económica, impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra
diferencia con los demás.
- A que nadie nos haga daño en forma física o moral y
podamos recurrir a las autoridades ante
cualquier tipo de peligro.
- A que nadie haga con nuestro cuerpo cosas que no queremos.
- A que nuestros intereses sean lo primero a tenerse en
cuenta en cada tema que nos afecte.
- A que nos consulten en todas las cuestiones que nos
afecten directa o indirectamente, y se tengan
en cuenta nuestras opiniones.
- A aprender todo aquello que desarrolle al máximo nuestra
personalidad y nuestras capacidades
intelectuales, físicas y sociales.
- A que podamos expresar libremente nuestras opiniones y
nuestras creencias religiosas.
- A descansar, jugar y practicar deportes.
- A participar activamente en la vida cultural de nuestra
comunidad, a través de la música, la pintura, el
teatro, el cine o cualquier medio de expresión.
- A que no nos obliguen a trabajar en lugares peligrosos
para nuestra salud, o inconvenientes para
nuestra educación y desarrollo.
- A tener una vida digna y plena, más aún si tenemos una
discapacidad física o mental.
- A vivir en un medio ambiente sano y limpio y disfrutar del
contacto con la naturaleza.
- A reunirnos con amigos para pensar proyectos juntos e
intercambiar nuestras ideas.
- A que no nos separen de nuestros padres, de nuestro hogar,
amigos, colegio, salvo que sea para
nuestro beneficio.
- A que se nos respete nuestra privacidad.
- A pedir y difundir la información necesaria para poder
crecer y desarrollarnos como personas.
- A que todas las personas, incluyendo nuestros padres,
maestros, parientes y amigos respeten todos
nuestros derechos.
PACTO POR LA NIÑEZ
“Todos aquellos ciudadanos que están en posición de tomar decisiones
deben recordar que en algún momento fueron niños y que
si han alcanzado posiciones de importancia es
porque gozaron de un conjunto de condiciones básicas
que les permitieron progresar”
(Manifiesto por la Infancia y la Adolescencia de
América Latina y el Caribe).
Por qué el Pacto
En la Argentina de hoy, los niños y las niñas nacen y se
desarrollan en un mundo social fragmentado, marcados, en
la mayoría de los casos, por el destino del sector social al
que pertenecen sus familias. La inequidad en la distribución
de los ingresos y de los recursos deriva en la
desigualdad de oportunidades y la vulneración de los
derechos. Así, desde el nacimiento, y aún antes, se
produce una serie acumulada de desventajas
Si bien, los derechos de la niñez y adolescencia están
garantizados por la Convención sobre los Derechos del Niño,
incorporados a la Constitución Nacional de 1994, la
República Argentina tiene todavía una deuda pendiente con su
infancia. El 48% de los niños son pobres. 6.000 niños,
menores de un año, mueren anualmente por causas que son
evitables. 430.000 chicos de 15 a 19 años no estudian ni
trabajan.
Ante la dramaticidad de estos números, la generación que
tiene hoy la responsabilidad de conducir los destinos del
país debe redoblar los esfuerzos que los distintos actores
de la sociedad y el Estado vienen realizando para saldar
esta deuda.
No hay futuro imaginable si no garantizamos a los niños,
niñas y adolescentes su condición de ciudadanos hoy.
Esta ciudadanía se construye desde el nacimiento siendo la
familia el espacio insustituible y privilegiado del afecto y
donde se transmiten los valores de la solidaridad y el
respeto.
Para lograrlo es necesario instalar una nueva ética
social basada en el respeto irrestricto de los derechos
humanos y, en especial, los derechos de los niños.
Significa, también, colocar en un lugar privilegiado de la
agenda política la cuestión de la niñez y la familia.
En virtud de ello, el gobierno nacional asume a la niñez
como política prioritaria de Estado, política que el
Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente reconoce
como propia convocando a un Pacto por la Niñez. Este
Pacto compromete a lograr un rápido acuerdo entre el
gobierno nacional, los gobiernos provinciales y locales, los
poderes legislativos y judiciales en todas sus instancias;
con los gremios, con organizaciones de la sociedad civil,
con las familias, con las empresas y con las
iglesias de modo de garantizar que las niñas y niños de
nuestro país tengan hoy una vida digna.
Qué significa un Pacto
Un Pacto por la Niñez nos convoca a encontrar en ella los puntos de
acuerdo sobre el modelo de sociedad en la que queremos vivir:
la niñez no sólo es el futuro, es presente, es hoy y
es mañana. El Pacto compromete a asegurar el bienestar de
todos los niños, niñas y adolescentes argentinos.
Este Pacto es un imperativo ético, político y económico en
aras de la equidad. Ético, por cuanto en cada niño y niña se
juega la vida y el futuro del país y de todos y cada
uno de nosotros. Político, en tanto contribuye a la
consolidación de la democracia. Económico, en tanto no puede
haber desarrollo económico sin un desarrollo social
inclusivo.
El Pacto por la Niñez será el resultado de un acuerdo de
voluntades en torno a objetivos comunes. Es una apuesta que
solo se logrará si existe el compromiso de los actores
convocados para lograr las transformaciones necesarias. Y
esfuerzo común se requiere por la inmensidad de la tarea que
se propone: lograr el bienestar de los niños y las niñas e
ir asegurando las condiciones que permitan, en un futuro no
muy lejano, garantizar la igualdad de oportunidades y la
justicia social para todos los ciudadanos de este país no
importe su edad o su situación social.
Por ello desde el gobierno nacional convocamos a trabajar
sobre los siguiente objetivos:
§ Rescatar,
acompañar y fortalecer a las familias como grupo fundamental
y el mejor medio para el desarrollo y bienestar de
todos sus miembros, en especial para los niños y los
adolescentes.
§ Promover
la comprensión de los derechos de los niños entre todos los
miembros de la sociedad.
§ Garantizar
el acceso en condiciones de igualdad a todos los servicios
sociales asegurando la prestación en el ámbito comunitario,
donde viven los niños y sus familias.
§ Garantizar
a todos los niños y niñas al momento de nacer el derecho a
la identidad, asegurando la gratuidad para el primer
registro y documentación.
§ Eliminar
todas las formas de discriminación contra las niñas,
promoviendo la igualdad.
§ Asegurar
el respeto a la identidad cultural de los niños, niñas y
adolescentes indígenas garantizando el ejercicio pleno de
sus derechos sin discriminación alguna.
§ Garantizar
el acceso universal a los servicios de salud y promover la
más alta calidad en la atención para asegurar los cuidados
durante el embarazo, reducir las muertes infantiles por
causas evitables y los efectos de la malnutrición.
§ Promover y
apoyar la lactancia materna.
§ Prevenir
las adicciones, en especial a las drogas, el tabaco y el
alcohol.
§ Garantizar
a los niños, niñas y adolescentes con capacidades diferentes,
el acceso sin discriminación alguna a los servicios
sociales, públicos y privados. Asegurar su
participación activa en la comunidad y su plena integración
familiar.
§ Asegurar
que todo servicio orientado a la primera infancia sea de la
más alta calidad, en vistas a la igualdad de oportunidades.
Apoyar a las familias, en especial, a las que se encuentran
en situación de pobreza a incrementar sus capacidades de
crianza y sostén en la vida de sus hijos.
§ Garantizar
el acceso y la permanencia en un sistema educativo de
alta calidad, de todas las niñas y niños entre los 5 y
14 años, comprometiendo a todos los actores a estimular la
asistencia escolar y reducir los niveles de deserción y
repitencia.
§ Recuperar
con y para las y los adolescentes la posibilidad de un
proyecto de vida autónomo y responsable. Promover la
constitución de espacios creativos e innovadores que les
permita su participación activa como ciudadanos.
§ Propender
a que los chicos puedan gozar en libertad de todos los
espacios urbanos, protegidos por la comunidad.
§ Asegurar a
los niños, niñas y adolescentes que viven en zonas rurales
la igualdad de oportunidades y el acceso a todos los
servicios sociales.
§ Fomentar
el intercambio cultural entre los chicos de distintas
regiones para que unos aprendan de los otros.
§ Garantizar
el acceso a la cultura y a los avances científicos y
tecnológicos, promoviendo las acciones de cooperación e
integración a los fines de elevar la calidad de vida de las
chicas y chicos.
§ Promover
pautas culturales centradas en la libertad para elegir
frente al consumismo y la solidaridad frente a la
competencia y el individualismo excesivo.
§ Revisar y
adecuar leyes, decretos, reglamentos, resoluciones del
ámbito público y reglamentaciones del ámbito privado que
impidan el pleno ejercicio de los derechos de los niños,
niñas y adolescentes.
A quiénes convocamos
Sin duda alguna que muchos de estos objetivos ya son
propuestas de distintas áreas de gobierno. Pero
consideramos que no es suficiente. Es necesario aunar
esfuerzos de manera orgánica en una única propuesta. Ninguno
de estos objetivos puede ser alcanzado con la intervención
de un solo actor. La responsabilidad de que los niños vivan
dignamente, se eduquen, tengan salud, se desarrollen en
plenitud depende de la sociedad en su conjunto.
Por ello convocamos a:
Los Gobiernos
Los distintos niveles de gobierno deben redoblar los
esfuerzos para establecer y hacer cumplir el conjunto de los
objetivos acordados. El gobierno nacional, a través
del Ministro de Desarrollo Social, es el convocante a
este Pacto y asume con los demás organismos del gobierno
nacional, la responsabilidad primaria de su monitoreo y
cumplimiento. Los gobiernos provinciales y municipales
recrearán en el ámbito local este espacio de compromiso y
consenso. Es, finalmente en cada comunidad donde están los
chicos.
Los Legisladores
La legalidad de los objetivos de este Pacto es de vital
importancia para su efectiva implementación. Por tanto, los
legisladores son convocados a sancionar y adecuar las leyes
pertinentes estableciendo además los niveles de
responsabilidad y los criterios de exigibilidad.
La Justicia y el Ministerio Público
Son actores que garantizarán en todas las instancias el acceso a la
justicia, el pleno ejercicio de los derechos y el
cumplimiento de la Constitución Nacional.
Los referentes políticos
Alcanzar los objetivos y metas del Pacto es aún una deuda de la
Democracia. Les cabe a los partidos políticos y a sus
dirigentes la responsabilidad de comprometerse con ellos,
promoverlos y realizar los mayores esfuerzos para hacer
efectivos los derechos de los niños, para construir una
patria justa y solidaria.
La Sociedad Civil y las Iglesias.
El compromiso de las distintas organizaciones de la sociedad civil es
gestionar conjuntamente con el Estado las políticas públicas,
contribuyendo a la promoción de una cultura de solidaridades
renovadas, exigiendo que se respeten los derechos de todos y
cada uno de los niños, niñas y adolescentes y de sus
familias. Tomando parte en la construcción de nuevas
oportunidades, garantizando transparencia, cooperando en la
reorientación del gasto social y participando en instancias
asociativas que faciliten las tareas señaladas.
Las Universidades y Sociedades Científicas:
Es responsabilidad de estas instituciones, compartida con los gobiernos y
las organizaciones de la sociedad civil, poner al
alcance de todas las organizaciones sociales los
saberes acumulados y los resultados de investigaciones
vinculadas con la infancia. El conocimiento científico
acerca de "lo que debe hacerse" está avanzado, ponerlo en
acto para el beneficio de las mayorías es el desafío. Una
forma de vincular el área del conocimiento con la práctica
es a través de programas de extensión universitaria,
pasantías de alumnos y graduados en escuelas,
hospitales, organizaciones comunitarias, entre otras; para
prestar un servicio que mejore la vida de los chicos y
transforme la futura práctica profesional de los estudiantes.
Los Medios de comunicación
Les cabe la responsabilidad de construir un nuevo imaginario sobre la
infancia y adolescencia que de cuenta de sus potencialidades
y no sólo de sus déficits, que desculpabilice y rehuya los
prejuicios, sobre todo aquellos atribuidos a la niñez y a la
adolescencia pobre. Los medios tienen un rol insoslayable en
el respeto del derecho a la información y en la
transmisión de valores de solidaridad, responsabilidad,
compromiso, creatividad y promoción de la innovación.
Los referentes sociales.
Escritores, periodistas, deportistas, artistas, músicos, personas
reconocidas y valoradas por las comunidades acompañan y
legitiman las propuestas e iniciativas que conlleva este
Pacto por la Niñez. Ellos cuentan con un espacio
privilegiado, tanto para representar la voz de los chicos y
adolescentes, como para favorecer la emergencia de su propia
voz a través de los medios gráficos, radio, televisión e
internet, entre otros.
Los empresarios.
Les cabe también a los empresarios una responsabilidad en el bienestar de
los niños y sus familias asumiendo su función social. Entre
las formas posibles de ejercer este rol está, por ejemplo,
el de otorgar becas para la formación en el trabajo de los
adolescentes, apadrinar y fomentar emprendimientos
educativos y comunitarios, sostener procesos de
transferencia tecnológica a escuelas primarias y secundarias
y colaborar en su equipamiento.
Las Familias.
Tienen el derecho y la responsabilidad primaria de la crianza y
desarrollo de sus niños. El Pacto por la Niñez, sin
desconocer la difícil situación por la que atraviesan muchas
familias argentinas, las convoca a comprometerse en el
cumplimiento de su función y a participar en las iniciativas
que se lleven a cabo en la comunidad donde se desarrolla su
vida familiar.
Los niños, las niñas y los adolescentes.
Los chicos no son sólo los receptores de las acciones. Son también
partícipes esenciales en su construcción y desarrollo,
en especial las y los adolescentes como fuerza social de
gran potencialidad que está a la búsqueda de desplegar su
creatividad y solidaridad. Es primordial generar espacios de
participación que posibiliten su expresión y el encuentro
con interlocutores que sepan escuchar su perspectiva.
Hacia dónde vamos
Este Pacto es una declaración pública de compromisos y responsabilidades
compartidas, tanto en el nivel nacional como en el ámbito
provincial y municipal. Es el desafío de cambiar el enfoque
y la gestión - eficiente y eficaz - de las políticas
públicas, enhebrando la multiplicidad de acciones en un eje
común. En este sentido, se trata de cumplir las premisas de
la Convención sobre los Derechos del Niño, diseñando
políticas integrales que tiendan a la inclusión social,
descentralizando las decisiones y los recursos que esas
política suponen, y cumpliendo las metas que oportunamente
se concerten. Estas formas de acordar compromisos y
combinar acciones comunes entre la Nación, las Provincias y
actores de la sociedad civil reconoce, en el campo de la
infancia, algunos antecedentes. El recientemente creado
Consejo Federal de Infancia y Adolescencia es, sin duda, un
ejemplo de ello así como el Compromiso para la Salud
de las Madres y los Niños Una Apuesta por la Vida orientado
a reducir la mortalidad materna e infantil y todos los
planes y programas que en este sentido se ejecutan desde
todos los ámbitos gubernamentales en beneficio de los niños
y niñas. El gobierno nacional asume su responsabilidad
como garante del cumplimiento de los acuerdos.
Seguiremos construyendo sobre los acuerdos federales ya
existentes, pero incluyendo nuevos actores con el propósito
de ir edificando una Argentina más igualitaria.
Las metas que proponemos :
Ø Aplicar los principios del
interés superior del niño, la igualdad y la no
discriminación.
Ø Implementar acciones que
acompañen y fortalezcan a la familia, en su tarea de sostén
del crecimiento y bienestar de la niñez.
Ø Reducir la tasa de
mortalidad infantil
Ø Registrar y documentar
gratuitamente a todos los recién nacidos y regularizar la
situación de los niños y niñas hoy no documentados.
Esta medida garantiza el acceso a todas las prestaciones en
el ámbito público y privado y previene ilícitos que se
cometen contra los niños tales como: supresión y suposición
del estado civil y de la identidad, y compra y trafico de
niños.
Ø Reducir la prevalencia de
anemia en las mujeres embarazadas y los niños menores de 2
años. Las claves para evitar la deficiencia de hierro están
al alcance de la mano y son de rápida resolución.
Ø Mejorar los servicios de
salud y educación y fortalecer las redes familiares y
comunitarias en el cuidado y asistencia de los niños, niñas,
adolescentes y los padres que vivan con el VIH/SIDA.
Ø Incrementar el acceso de los
niños y niñas pequeños a jardines maternales e infantiles.
Ø Mejorar la calidad y
creatividad de la educación básica asegurando la retención
escolar y la reducción del rezago escolar.
Ø Aumentar el número de las y
los adolescentes entre 13 y 18 años que asisten y
concluyen la escuela.
Ø Establecer procedimientos
para la protección y restitución de los derechos a los niños,
niñas y adolescentes víctimas de abuso, maltrato y otros
delitos.
Ø Implantar acciones de
prevención de la violencia familiar e institucional.
Ø Disminuir la cantidad de
chicos en situación de calle, asegurando su incorporación y
retención en la escuela y fortaleciendo sus vínculos
familiares y comunitarios.
Ø Erradicar progresivamente el
trabajo infantil.
Ø Erradicar la explotación
infantil en todas sus formas y todo tipo de trata de niños.
Ø Implementar alternativas a
la institucionalización de los niños, niñas y adolescentes y
desjudicializar la pobreza.
Ø Asegurar la cobertura
universal de fuentes de agua potable y saneamiento básico.
Ø Reducir la vulnerabilidad de
las niñas, niños y adolescentes más pobres y sus familias
dando prioridad en la asignación de los recursos a la lucha
contra la pobreza.
Una vez firmado el Pacto, se espera que las Provincias
firmantes convoquen a los Municipios y a los distintos
sectores y representantes de la comunidad a converger en un
Pacto por la Niñez en cada jurisdicción. Sobre la base de
diagnósticos específicos y el conocimiento de los proyectos
y acciones que cada actor viene desarrollando, se fijarán
los objetivos y metas a ser alcanzados, los que responderán
a las necesidades y prioridades locales.
El conjunto articulado de actividades que cada provincia
establezca, orientadas hacia metas y resultados concretos y
organizadas en torno a redes de cooperación, conformará el
contenido sustantivo del Pacto por la Niñez.
http://www.matrimonioyfamilia.org.ar/
.................
MANIFIESTO POR LA
INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE
Nos dirigimos a los países de América Latina y el Caribe
mediante el siguiente manifiesto por la Infancia y la
Adolescencia.
En las puertas del próximo milenio el hombre está
conquistando las estrellas, pero aquí en la tierra no ha
llegado al corazón de los niños.
Nuestra Región tiene una población de 400 millones, de los
cuales más de 200 –pese a las múltiples riquezas naturales y
humanas de nuestros países— viven o sobreviven con 60
dólares, o menos, al mes. Semejante situación de pobreza y
miseria hace que, debido a una discriminación por la edad
que se añade cruelmente a la económica y étnica— más de la
mitad de unos 190 millones de niños, niñas y adolescentes
sean las primeras víctimas de la desnutrición, el hambre, el
abandono, vivan expuestos a todos los peligros y mueran por
alguna de esas causas-. En muchos casos, ni siquiera tienen
existencia legal ni identidad, con lo cual los abusos
físicos y psicológicos cometidos contra ellos quedan impunes.
Cerca de 20 millones de niños menores de 15 años trabajan, a
menudo en actividades de alto riesgo. Por otra parte, la
violencia del medio, que los atrae, y del hogar que a veces
los rechaza, aleja a niños, niñas y adolescentes de una
educación que podría formarlos para el ejercicio de sus
derechos en la sociedad y los empuja a la delincuencia, los
vuelve víctimas de la industria de la droga y del abuso
sexual y con dolorosa frecuencia los conduce al suicidio.
En los países donde subsisten conflictos armados, los
menores de edad son utilizados indiscriminadamente como
escudos humanos o botín de guerra, cuando no han sido las
víctimas más inocentes de las minas antipersonas. Millares
de ellos, huérfanos o desplazados de sus hogares se ven
obligados a asumir las responsabilidades de jefe de familia
a muy corta edad.
Estos hechos vergonzosos, que se repiten a diario en todo el
continente, constituyen violaciones groseras de los derechos
de la infancia, pese a que, en 1959, el mundo entero admitió
que la humanidad debe al niño lo mejor que pueda darle y a
que desde 1990 todos los países de la Región han ratificado
la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño y se
comprometieron a cumplir su mandato.
Por todo ello, y porque creemos que urge atender a ese
enorme contingente de seres humanos que constituyen la más
grande reserva de esperanza para nuestra Región, y porque
nuestros niños, niñas y adolescentes tienen derechos
inviolables que deben inscribirse en la agenda de
prioridades para el nuevo siglo,
CONVOCAMOS A LOS GOBIERNOS Y A LA
SOCIEDAD DE LOS PAISES DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE
A cumplir inmediatamente los objetivos del plan y las metas
mínimas fijadas en la Cumbre Mundial por la Infancia de
1990, en las áreas de salud y nutrición, educación, equidad
de género y la adecuación de las legislaciones nacionales a
la Convención sobre los Derechos del Niño y, en general, el
respeto de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Los avances que en este ámbito han alcanzado nuestros países
muestran que tienen la capacidad necesaria para cumplir esos
compromisos.
A establecer en reuniones inmediatas al más alto nivel –Cumbre
Iberoamericana de Presidentes y Jefes de Estado y del
CARICOM—estrategias y políticas de desarrollo que comprendan,
con carácter prioritario, los requerimientos sociales,
económicos, culturales y afectivos, porque nuestros niños,
niñas y adolescentes merecen una agenda más justa en el
milenio por venir.
A asegurar, en la elaboración de esa agenda futura para la
Infancia y la Adolescencia, un espacio de participación y
representación de la sociedad civil en todos los niveles de
discusión de los problemas que les conciernen.
A promover y respetar la participación de niños, niñas y
adolescentes en todos y cada uno de los temas que les atañen,
y a escuchar su opinión según dispone la Convención
Internacional sobre los Derechos del Niño.
A tratar de alcanzar, como objetivo primero, en el marco de
nuestra identidad latinoamericana y caribeña, un Pacto
Social que garantice a los niños, niñas y adolescentes su
participación en el desarrollo de una sociedad más justa y
próspera, pacto que deberá expresarse en la adhesión al
presente Manifiesto a partir del hogar, la escuela, las
instituciones y organizaciones de la sociedad civil, los
artistas e intelectuales y las comunidades de la ciudad y
del campo.
A establecer un sistema educativo que instruya a los niños,
niñas y adolescentes en el conocimiento y la defensa de sus
derechos como ciudadanos; a que el Estado les garantice la
integridad personal, la libertad, la igualdad ante la ley,
el derecho a vivir en un ambiente sano, a desarrollar
libremente su personalidad, a participar en la vida cultural
de la comunidad, a la seguridad jurídica y a la identidad.
A fortalecer la identidad cultural de los pueblos indígenas
y comunidades afrolatinas, en el marco de su máximo
desarrollo humano, combatiendo la pobreza y la miseria, y
reduciendo la brecha entre los pobres y los ricos de la
Región.
Por tanto, llamamos a los gobiernos de América Latina y el
Caribe, así como a los Organismos de Cooperación
Internacional, a que señalen como objetivo primordial de su
política social y económica el mejoramiento de las
condiciones de vida de la población y a que el interés
superior del niño se convierta en uno de los principios
rectores de las políticas públicas, incluso de aquellas
formuladas durante períodos de crisis, emergencia o ajuste
estructural.
Solicitamos a los medios de comunicación y a los
comunicadores que intensifiquen entre la Infancia y la
Adolescencia la promoción de los valores de respeto a la
diversidad, al diálogo y a la no violencia.
Finalmente, pedimos al Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia (UNICEF) que asuma la tarea de impulsar ese diálogo
entre sociedad y gobierno de cada uno de nuestros países y
entre los de la Región con miras al cumplimiento de los
objetivos señalados.
Más que un nuevo milenio nuestros niños, niñas y
adolescentes esperan la llegada del amor.
Ciudad de México
2 de octubre de 1999
Jorge E. Adoum
Hector Aguilar C.
ISABEL ALLENDE
JORGE AMADO
GERMAN ARCINIEGAS
MARIO BENEDETTI
BELISARIO BETANCUR
ARTURO CORCUERA
THIAGO DE MELLO
EULALIO FERRER
CARLOS FUENTES
GABRIEL GARCIA MARQUEZ
ANGELES MASTRETTA
RIGOBERTA MENCHU
ROSA MONTERO
ALVARO MUTIS
NELIDA PIÑO
ELENA PONIATOWSKA
ERNESTO SABATO
JOSE SARAMAGO
FERNANDO SAVATER
MERCEDES SOSA
DEREK WALCOTT
--------------------
Salamanca, Noviembre 2002
MANIFIESTO POR UNA
ECONOMÍA Y DEMOCRACIA PARA NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES
América Latina y el Caribe llegan al nuevo milenio
malheridos por una situación económica y social de inquietud
y angustia, en la cual los niños, niñas y adolescentes son
las principales víctimas.
Las reformas económicas emprendidas durante el último
decenio no alcanzaron las expectativas. Ni siquiera
corrigieron las consecuencias de la inmensa deuda social de
nuestros países. Una de los resultados del incumplimiento de
los compromisos asumidos por parte de los gobiernos y la
sociedad, es la situación de pobreza extrema en que viven
más de la mitad de los niños y adolescentes.
Comprobamos, con dolor e indignación, que a las constantes
causas de indigencia de la mayoría de los niños y
adolescentes de América Latina y el Caribe se añaden otras,
nuevas, más feroces. Baste citar el bajo o negativo
crecimiento económico que aumenta el número de hombres y
mujeres sin trabajo, la caída de las exportaciones, el
proteccionismo y los subsidios en los países poderosos, el
pago de intereses de la creciente deuda externa; los efectos
negativos de la privatización de empresas estatales, la
corrupción generalizada en las instituciones, el aumento de
la crisis fiscal y los ajustes económicos que reducen
indiscriminadamente los gastos sociales. Cabe añadir un
importante factor que agrava la pobreza los conflictos
armados, que dejan a millares de niños y adolescentes
huérfanos y abandonados, cuando no los obligan a participar
en ellos.
Estos nuevos factores debilitan aún más nuestra imperfecta
democracia por la cual tanto han luchado nuestros pueblos.
La crisis afecta a las funciones legislativa, ejecutiva y
judicial y a las demás instituciones de la democracia
representativa.
La democracia es la instancia social en donde puede
generarse la ciudadanía de los niños, esto es, el respeto
por sus derechos. Por eso la democracia es la dimensión
esencial del desarrollo infantil en la medida en que en ella
se aprenden los códigos de la convivencia, el respeto por
los demás y los procedimientos para resolver los conflictos
en paz, en cooperación y con solidaridad. Lamentablemente,
no existe un diálogo intergeneracional que posibilite la
consulta sistemática y fecunda sobre los problemas e ideales
de los niños y adolescentes y abra cauces institucionales de
participación.
La responsabilidad por el bienestar de la Infancia y la
Adolescencia es de todos y nadie puede evadirla. Es
fundamentalmente una responsabilidad pública de quienes
ejercen funciones de gobierno y de gestión, en particular de
los que están a cargo de diseñar políticas y programas
respecto a la infancia y de los economistas profesionales,
especialmente de los responsables de los ministerios de
hacienda, de los jueces y miembros del poder judicial; de la
policía y de los legisladores.
En un tiempo en que los valores morales y éticos se degradan,
queremos exaltar la responsabilidad de los padres en la
formación de sus hijos, la de los maestros por la educación
de los niños, y la de los médicos, particularmente de los
que atienden los servicios de salud pública.
Existe, además, hacia las generaciones jóvenes, una
responsabilidad global que recae en los organismos
encargados de las finanzas internacionales, las empresas
multinacionales, el sistema de cooperación multilateral y
los inversionistas privados. Hacemos, a este respecto, un
llamado responsable a los países donantes para que cumplan
con los objetivos y metas fijados en la Cumbre para el
Desarrollo Social celebrada en Copenhague. Y también, para
que actúen coherentemente al emitir su voto en el directorio
de las instituciones financieras internacionales cuya acción
frecuentemente repercute de modo negativo en la población,
en particular en los más jóvenes.
La vida miserable de millones de niños hiere la dignidad
humana y ante la gravedad de la situación proponemos:
1. La concreción urgente a nivel regional, nacional y local
de un Pacto Social por la Infancia entre todos los agentes
políticos, económicos y sociales que estipule:
q QUE NINGUNA NIÑA, NIÑO O
ADOLESCENTE TENGA HAMBRE.
q QUE TODAS LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VAYAN A LA
ESCUELA.
q QUE NINGUNA NIÑA, NIÑO O ADOLESCENTE TENGA QUE TRABAJAR NI
SUFRA TIPO ALGUNO DE EXPLOTACIÓN Y ABUSO.
2. Prioridad en el financiamiento de los programas y
proyectos que garanticen los derechos sociales de los niños,
asegurando que en tiempos de recesión y de crisis, tan
frecuentes en nuestra región, se respete el Interés superior
del Niño fijado en el artículo 3 de la Convención Sobre los
Derechos del Niño. Para ello proponemos las siguientes
medidas prácticas:
§ Programas nutricionales para establecer un sistema de
seguridad alimentaria para todos los niños.
§ Salario de inclusión social ( transferencia monetaria
básica) para las jefas y los jefes de hogar que viven en
indigencia, condicionado a la asistencia a la escuela y al
adecuado control de salud para niños, niñas y adolescentes
embarazadas.
§ Expansión del presupuesto educativo a fin de garantizar a
todos la asistencia a la escuela, desde la educación
temprana hasta la secundaria, para evitar la transmisión
generacional de la pobreza.
§ Un sistema de vigilancia ciudadana para que los programas
que aseguran los derechos de los niños sean "programas
protegidos" de todo recorte presupuestario o ajuste fiscal.
3. Defendemos la necesidad de un giro moral en virtud del
cual el principal valor del desarrollo y el crecimiento no
sea la acumulación de riqueza sino el compromiso por el
respeto de los derechos humanos en general y, en particular,
la observancia irrestricta del sistema de garantías definido
en la Convención sobre los Derechos del Niño.
No necesitamos justificar nuestras propuestas con un
análisis de su viabilidad económica. Sabemos que lo que
pedimos, en el presente manifiesto y en otros anteriores, no
es algo excepcional sino que está claramente establecido en
la Constitución de cada uno de nuestros países. Pedimos el
respeto de la Constitución: una democracia política y
económica que valorice con dignidad y amor la vida de
nuestros niños.
América latina y el Caribe tienen todas las potencialidades
económicas y sociales y todas las energías creativas
intactas para plantearse y planificar su futuro con dignidad
para todos sus habitantes. Negamos, así, la idea de que
nuestra historia nos condena a la miseria y que sigue siendo
la concreción de una tristeza atávica. Afirmamos nuestra
certeza en la posibilidad de realización de nuestros sueños
e ideales, entre los que figura, en primer lugar, la hermosa
plenitud que aún les queda por vivir a nuestras niñas, niños
y adolescentes, que son el más poderoso fundamento de
nuestro propio porvenir.
Finalmente solicitamos al Fondo de las Naciones Unidas para
la Infancia (UNICEF) que asuma la tarea de impulsar el
diálogo entre sociedad y gobierno y con los niños, niñas y
adolescentes de cada uno de nuestros países, con miras al
cumplimiento de los objetivos aquí señalados.
Salamanca, 26 de Noviembre del 2002
José Saramago, Belisario Betancur, Ernesto Sabato, Jorge
Enrique Adoum, Arturo Corcuera, Thiago de Mello, Carmen
Alborch, Mario Benedetti, Carlos Fuentes, Ángeles Mastretta,
Álvaro Mutis, Héctor Aguilar Camin, Rosa Montero, Rigoberta
Menchu, Fernando Savater, Elena Poniatowska, Alfredo Bryce
Echenique, Monseñor Gregorio Rosa Chavez, Antonio Skarmeta,
Cristovam Buarque, Eulalio Ferrer, Manuel Viçent y Gabriel
Garcia Marquez.
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La Crisis y los ajustes económicos -
impacto social en la situación de niños y adolescentes
América Latina y el Caribe han iniciado el milenio en una
situación económica y social de angustia y preocupación,
particularmente para niños, niñas y adolescentes.
· Las reformas pro mercado que se introdujeron durante la
década de los 90 no dieron los resultados que ofrecían
quienes las imponían y ni siquiera pudieron revertir las
consecuencias negativas de la enorme deuda social acumulada
durante la denominada “década perdida” de los años 80. CEPAL
ya pronostica que la década del 2000 volverá a ser una
década perdida con peores consecuencias que la anterior. Más
grave aún, las Instituciones Financieras Internacionales,
continúan imponiendo este modelo fracasado. En Julio de éste
año, CEPAL anunciaba un crecimiento negativo de - 0.8% para
la Región durante el 2002. Ante la dramática celeridad de
los acontecimientos, dicho pronóstico ha tenido que ser
revisado a la baja y ahora se estima que el crecimiento
negativo llegará a ser de -1.5% para éste año.
· El efecto combinado de la falta de crecimiento con
períodos de recesión extremadamente prolongados y las
bruscas crisis macroeconómicos están arrojando a millones de
Latinoamericanos y Caribeños en la pobreza Los niños, niñas
y adolescentes de la Región están pasando ahora por un dolor
y sufrimiento absolutamente innecesarios que pudo haber sido
evitado si los compromisos contraídos con ellos se hubiesen
cumplido. Más de la mitad de todos los menores de 18 años
están ahora viviendo en situación de pobreza en la Región.
Los niños son desproporcionadamente pobres. El 60% de los
niños menores de 12 años son pobres, en contraste sólo el
43% de la población total. Familias que nunca conocieron la
pobreza ahora pasan a engrosar las filas de los nuevos
pobres. Familias humildes y pobres ahora pasan a engrosar
las filas de los indigentes. Los impactos de la pobreza en
la niñez inmediatamente se traducen en un empeoramiento de
su situación de nutrición, de educación y de salud, con
graves consecuencias, algunas muy costosas de revertir,
algunas irreversibles.
· Las crisis económicas revelan un alto poder contaminante y
lo que comienza por ser el problema de un país rápidamente
se extiende afectando la situación económica y social de
muchos otros. En algunos casos se trata de una combinación
de crisis financiera y de gobernabilidad, como en Ecuador y
Argentina, en otros se trata de fenómenos naturales cuyos
efectos sobre la población no han sido prevenidos,
combinados con desequilibrios comerciales globales como es
el caso de la sequía y la crisis de los mercados del café en
América Central que ha dejado a los campesinos sin ingresos
y a sus tierras sin cosechas para el consumo familiar,
causado una grave hambruna y muertes infantiles por
desnutrición. Por otra parte, los conflictos armados
continúan teniendo un efecto devastador sobre inocentes
niños, niñas y adolescentes.
· El crecimiento sin empleo de las décadas anteriores se ha
visto reemplazado por la pérdida del crecimiento y la
pérdida de los empleos. Esto, conjuntamente con la continua
expansión del mercado informal de trabajo de baja
productividad y míseros salarios, limita el gasto familiar
en los niños y tensiona los vínculos familiares, agudizando
los riesgos de disolución de los hogares y de violencia
contra niños y niñas. Además, como modo de compensar el
magro ingreso familiar, aumenta el trabajo y la explotación
infantil. Ya hay estadísticas de numerosas familias que han
eliminado al menos una comida diaria. Otras han afirmado
tener serias dificultades financieras para recurrir a
servicios de salud. Otras han recurrido a sacar al menos a
uno de sus hijos de la escuela. Por otra parte, la familia
se desintegra porque los padres deben recurrir a la
inmigración ilegal en busca de ingresos, mientras los niños
se quedan atrás, desprotegidos y en riesgo.
· La crisis fiscal que afecta la disponibilidad de recursos
para invertir en la infancia está causando un extendido
deterioro de la ya muy precaria infraestructura de servicios
básicos en nutrición, salud y educación la que, en muchos
países o áreas geográficas muy necesitadas, está al borde
del colapso. A su vez, millones de trabajadores de la salud
y la educación de toda la Región se encuentran ellos mismos
en situación de pobreza debido a salarios insuficientes y
completamente desmotivados ya que no cuentan con los
recursos necesarios para brindar los servicios con la
calidad que de ellos se requiere.
El combate real a la pobreza - exigir
que se cumplan los compromisos
· Nuevas causas emergentes que incluso determinan todos los
factores mencionados anteriormente se hacen manifiestas:
· Pagos excesivos de los intereses y amortizaciones de la
deuda externa, parte de ella ilegítima, y parte de ella
imposible de pagar desde el punto de vista financiero y de
su costo social
· Bajo crecimiento económico o crecimiento económico
negativo ambos con destrucción de puestos de trabajo
· Caída de las exportaciones en volumen o precio y el
proteccionismo y/o subsidios de los países desarrollados
· Crisis fiscal y cortes indiscriminados del gasto social
· Privatizaciones que implican enormes transferencias de
activos públicos o que generan déficit fiscal como la
seguridad social
· Flexibilización de las relaciones laborales
· Corrupción
· Deterioro, funcionamiento insuficiente o destrucción de
servicios sociales básicos por efecto de la crisis fiscal
· Condicionalidades en los préstamos por parte de los
organismos internacionales de financiamiento.
· Caída del Turismo y las remesas desde el exterior.
· Destrucción de las redes de seguridad social en la
sociedad civil.
· Pero lo que es más notable es que el conjunto de las
causas señaladas apunta hacia un enfoque equivocado sobre el
desarrollo: uno que coloca énfasis en la acumulación por
momentos obscena de riqueza y que no otorga primacía moral a
la inversión que históricamente ha probado tener los más
altos retornos económicos y humanos: la inversión sobre
niñas, niños y adolescentes.
· Pese a la severidad, profundidad y extensión de la crisis,
la Región continúa haciendo un heroico progreso en pos de la
consecución de las metas y objetivos comprometidos a favor
de la infancia. Pese a la gravedad de una situación que los
afecta seriamente en su legitimidad política y que genera
crecientes y conflictivas demandas sobre recursos cada vez
más escasos, los gobiernos de la Región se encuentran
seriamente presionados para responder a los compromisos
asumidos.
· Las nuevas causas relacionadas a la pobreza están
colocando en crisis la institucionalidad democrática por la
que tanto lucharon por obtener y consolidar los pueblos de
América Latina y el Caribe. Esta crisis afecta a los órganos
ejecutivos, al poder judicial y a todos los órganos de la
democracia representativa relacionados al poder legislativo.
Esto es especialmente grave porque la institucionalidad
pública es primordial en la garantía de derechos y la única
capaz de revertir las serias disparidades existentes dentro
de cada uno de los países.
· Los últimos datos publicados por el Latinobarómetro
muestran que el 56% de los latinoamericanos apoyan la
democracia pero sólo el 32% está de acuerdo en cómo funciona.
Sólo el 14% tiene confianza en los partidos políticos, el
22% en los Órganos Legislativos y el 29% en quienes conducen
el país. Pero lo más preocupante es que el 50% de los
latinoamericanos no le importaría que un gobierno no
democrático llegara al poder.
· Esta generalizada falta de credibilidad por parte de
amplios sectores de la población está relacionada al escaso
cumplimiento de las promesas realizadas lo que, en gran
parte se debe a la grave situación económica y financiera de
muchos países. Pero también a la falta de trasparencia en
gestión pública en todos sus órganos y a demostrados casos
de corrupción. Y en muchos casos, a la comprobación de un
enriquecimiento ilícito por parte de muchos miembros de la
clase gobernante y de grupos económicos asociados a las
políticas económicas implementadas particularmente durante
los procesos de privatización.
· La falta de confianza en la lideranza política y las
instituciones democráticas está provocando serios problemas
de gobernabilidad en la Región con frecuentes episodios de
turbulencia política . Paralelamente, se observa un masivo
aumento de la inseguridad sobre todo en las áreas urbanas de
todos los países. Y como fruto de la situación económica se
ha incrementado de un modo notable los niveles de
conflictividad social.
· La anterior situación afecta muy directamente a los niños,
niñas y adolescentes. Ellos son víctimas de los conflictos,
de la violencia social, de la desconfianza generalizada y
sufren desproporcionalmente ya que el tiempo de la infancia
es luego irrecuperable. La democracia es la instancia social
en donde puede generarse la ciudadanía de los niños esto es,
el respeto por sus derechos. Por eso la democracia es la
dimensión esencial del desarrollo infantil en tanto que en
ella se aprenden los códigos de la convivencia, del respeto
por los demás, de los procedimientos para resolver los
conflictos en paz, de la cooperación y la solidaridad. El
garantizar los derechos de la niñez constituye por
consiguiente, una condición primordial para consolidar la
democracia.
Convocatoria a una real
co-responsabilidad social
Las responsabilidades respecto a las generaciones jóvenes y
particularmente respecto a la protección de los derechos de
la niñez se basan los siguientes componentes:
· Es una responsabilidad de los padres como responsables
primarios y depositarios de la confianza de los niños y
niñas.
· Es una responsabilidad del Estado, como lo establece la
Convención Sobre el Derecho de los Niños. El Estado no sólo
es responsable de garantizar derechos sino que tambien de
crear el entorno económico y social necesario para que las
familias puedan cumplir con su parte.
· Es una responsabilidad de la sociedad en su conjunto: de
todos los agentes sociales pero particularmente los que
están directamente relacionados a los derechos de la
infancia, como son: los maestros; los médicos,
particularmente los pediatras; los medios de comunicación
masiva; los empresarios, especialmente los industriales
relacionados a los juegos y el esparcimiento, al la
industria de la alimenación y el vestuario; la comunidad
artística y la académica; los deportistas; las distintas
comunidades religiosas; las ONGs empeñadas en la asistencia
o defensa de los intereses de los niños; la policía.
· Es una responsabilidad pública, siendo los principales
responsables los políticos, particularmente aquellos que
están en función de gobierno; los economistas profesionales,
particularmente aquellos que están a cargo de los
ministerios de hacienda o que tengan responsabilidades en la
asignación de recursos en el sector público; los Jueces y
miembros del Poder Judicial; los responsables de diseñar las
políticas y programas respecto a la infancia; los
legisladores miembros del poder legislativo.
· Es una responsabilidad global, particularmente de los
países donantes ; de los Organismos para el Financiamiento
Internacional; de las empresas multinacionales; de los
inversores externos, y muy especialmente las empresas que
los asesoran; y del sistema de cooperación multilateral.
Como la mayoría de los derechos de los niños no son
exigibles judicialmente porque son esencialmente sociales
(si son exigibles judicialmente los derechos civiles de la
Convención de los Derechos del Niño). Pero si son
demandables desde la política y fundamentalmente como deber
moral de toda la sociedad . Por esa razón los derechos de
los niños requieren para concretizarse de luchas por su
implementación de ahí la necesidad de crear y comprometerse
en la generación de Alianzas, Coaliciones o Pactos Sociales
por los Derechos de los niños/as y adolescentes.
Derecho a voz y participación de Niños
y Adolescentes
El artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño
establece el derecho del niño/a a expresarse y a ser
escuchado, relacionado con el derecho a una información de
calidad, libertad de expresión, pensamiento, conciencia o
religión. Estos Derechos no son una cuestión menor y forman
parte del proceso de participación democrática, de formación
de virtudes cívicas y de constitución de la subjetividad
necesaria para el ejercicio de los derechos. Para ello es
necesario involucrar a los niños en los programas que les
conciernen, hacerlos participar realmente (y no sólo
figurativamente) en los procesos de programación
relacionados a la defensa democrática de sus derechos y
finalmente a consultarlos a través de métodos adecuados
sobre las cuestiones más importantes relacionadas a la
representación de sus intereses en procesos políticos y
electorales.
Las diversas maneras en que esta participación se puede
promover dependerán de la edad y la capacidad, y de los
medios que posee cada cual para expresar su opinión e
influir en una decisión. Las diferencias de edad deben ser
un factor al brindar espacios de participación en la familia,
la escuela, la comunidad y el estado.
Consultados los niños en la región respecto a sus sociedades,
sus barrios, sus escuelas y sus familias ellos expresaron
opiniones que reflejan sistemáticamente las exclusiones y
discriminaciones de las cuales son victimas.
· Mas de la mitad afirmaron no ser escuchados ni en el hogar
ni en la escuela.
· Expresaron bajos niveles de confianza en sus gobiernos y
no se sienten considerados como importantes para ellos.
· No admiran a los lideres políticos sino a cantantes,
musicos, o ídolos deportivos.
· Son pesimistas respecto al futuro de sus países sin
embargo, son optimistas respecto de su futuro personal.
· Se quejan de agresividad en el hogar y en la escuela y han
sido víctimas o han sido testigos de violencia.
· Sólo un 8% son felices en la escuela.
· Un tercio de ellos declara que el sentimiento de felicidad
es poco frecuente en ellos.
· Su sentimiento de inseguridad en sus propios barrios es
elevado.
· Desconocen sus derechos.
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"El mundo nada puede contra
un hombre que canta en la miseria"
Palabras de Sabato
Ser original es en cierto modo estar
poniendo de manifiesto la mediocridad de los demás.
Las modas son legítimas en las cosas
menores, como el vestido. En el pensamiento y en el arte son
abominables.
El mundo nada puede contra un hombre
que canta en la miseria.
Hay una manera de contribuir a la
protección de la humanidad, y es no resignarse.
A cada hora el poder del mundo se
concentra y se globaliza. La masificación ha hecho estragos,
ya es difícil encontrar originalidad en las personas y un
idéntico proceso se cumple en los pueblos, es la llamada
globalización.
¿Qué se puede hacer en ochenta años?
Probablemente, empezar a darse cuenta de cómo habría que
vivir y cuáles son las tres o cuatro cosas que valen la
pena. (Uno y el universo)
Habrá siempre un hombre tal que,
aunque su casa se derrumbe, estará preocupado por el
Universo. Habrá siempre una mujer tal que, aunque el
Universo se derrumbe, estará preocupada por su hogar. (Uno y
el universo)
Se discute si Dalí es auténtico o
farsante. Pero, ¿tiene algún sentido decir que alguien se ha
pasado la vida haciendo una farsa? ¿Por qué no suponer, al
revés, que esa continua farsa es autenticidad? Cualquier
expresión es, en definitiva, un género de sinceridad. (Uno y
el universo)
El presente engendra el pasado. (Uno y
el universo)
El oficio -en el arte-, consiste en
que no se lo advierta. (Uno y el universo)
¿O será uno de esos seres solitarios y
a la vez temerosos que sólo resisten la soledad con la ayuda
de ese gran enemigo de los fantasmas, reales o imaginarios,
que es la luz? (Sobre héroes y tumbas)
Siempre tuve miedo al futuro, porque
en el futuro, entre otras cosas, está la muerte. (Diálogos
con Jorge Luis Borges)
Cada mañana, miles de personas
reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son
los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la
explosión demográfica como de la incapacidad de esta
economía para la que lo único que no cuenta es lo humano. (Antes
del fin)
Todo hace pensar que la Tierra va en
camino de transformarse en un desierto superpoblado ... Este
paisaje fúnebre y desafortunado es obra de esa clase de
gente que se habrá reído de los pobres diablos que desde
hace tantos años lo veníamos advirtiendo, aduciendo que eran
fábulas típicas de escritores, de poetas fantasiosos. (Antes
del fin)
Si nos cruzamos de brazos seremos
cómplices de un sistema que ha legitimado la muerte
silenciosa. (La Resistencia)
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